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ATARDECER

Fotografía Celia Vera (2011)


 Una vez más,
el misterio cotidiano
convirtió al fuego,
en dueño y señor
del horizonte.




Fotografía Celia Vera (2011)

Espectantes las nubes
hijas del tiempo
aguardan la visita 
de los dioses de la noche



Fotografía Celia Vera (2011)


Pinceladas volcánicas
delinean  el oleaje nuboso
del paisaje




ESPUMA

 Fotografía Celia Vera (2011)





Tus giros fantásticos dibujan
 con  sabiduría de artista
innumerables rostros;
criaturas imposibles,
  habitantes de universos momentáneos
que incansables desfilan
en  la eternidad del movimiento












UN ESPIRITU SABIO


Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento, leí en el muro de una amiga de facebook. Me gustó la imagen y me  puse a reflexionar sobre lo que observo cotidianamente  al recorrer  la ciudad. Me dí cuenta que en León los beneficios de los espíritus celtas son ignorados.  Pues es una práctica común podar los árboles hasta dejar un pequeño tronco o talarlos completamente.

Arboles de muchos años que sin consideración son desaparecidos con el pretexto de que estorban los cables de la luz o  porque el follaje o  flores que dejan caer constituyen una molestia para la limpieza de las banquetas  y sin más  deciden acabar con ellos.

 A diferencia de lo que se puede observar en infinidad de ciudades de México donde antiguos árboles llenan de belleza plazas y avenidas.  Sorprende que en León no se permita que crezcan y  el paisaje urbano esté dominado por el concreto. Signo de riqueza cultural y progreso es la admiración y respeto por la naturaleza. Como dijo en alguna ocasión Victor Hugo “Primero fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora es necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales”

En la medida que una ciudad cuente con áreas arboladas la calidad de vida mejora pues  el aire está menos contaminado y las lluvias son más frecuentes ya que moderan las inclemencias  del clima y dan albergue a la vida silvestre.  Además de la recreación estética que implica la vista de sus formas, hojas y flores y también la que propician sus habitantes, pájaros y animales de diversas especies.  

En algunos boulevares de la ciudad existían desde hace tiempo hermosísimas jacarandas que en los últimos años han ido desapareciendo,  porque los han podado o literalmente talado  ya sea la Compañía de Luz o los vecinos alegando que son una molestia. Algunas veces los sustituyen con árboles jóvenes que tardaran largos años en crecer.Sin tomar en consideración que los árboles brindan grandes beneficios a las ciudades pues la caída  de la lluvia, nieve o granizo  se absorbe a través de ellos, protegiendo a las personas, los animales y también los edificios. Los árboles interceptan el agua, y almacenan parte de ella lo que reduce el escurrimiento excesivo causado por las tormentas y la posibilidad de inundación. Las heladas son menos duras debajo de los árboles porque el suelo libera menos energía radiante por la noche. La temperatura es más fresca en la proximidad de los árboles que lejos de éstos. Cuanto más grande sea el árbol, mayor será el enfriamiento. Ellos  pueden  moderar el efecto de isla de calor causado por el pavimento y los edificios.

Alguien dijo que los árboles son poemas que la tierra escribe en el cielo, y en eso tenía mucha razón. Entonces ¿Qué sucede en esta ciudad que no dejamos que los árboles crezcan y se le da prioridad a los cables  y al cemento?  ¿Por qué preferimos soportar el clima candente, la aridez y el polvo,  que dejar que un árbol nos brinde sus beneficios?

¿Acaso los habitantes de esta ciudad nos sentimos pequeños ante la complejidad y enormidad que representa un árbol ?

METAL

CANTOS FLORALES





Cascada rosa  
tus gotas se desgranan en el vapor de la tarde


Pájaros vegetales, emisarios del viento
presumen la exhuberancia de su plumaje
cuando bosteza el día


El sol aprisionado en tus pétalos
regala sus rayos
con la generosidad de su aliento


Exquisita campana
de fastuoso vestuario
 resuena  al despertar del cuervo 



Gusanos aterciopelados pululan desorientados 
en el esplendor de tu follaje

EN ESE INSTANTE

Pintura de Brook Shaden


En ese profundo instante 
 te poseí

Solo para  mirarme
en el espejo roto
de tus misterios

Ahora

Acaricio  tus ojos 
llenos de noche
lagos oscuros

tus manos que
disfrazadas
de mármol
permanecen inmóviles


Escucho   tu silencio
de  muñeca deshojada
los latidos insonoros
de tu piel

Ya no me molesta
 el estruendo de tu cuerpo
la hojarasca de tus huesos
ni  su  compás artero

Respiro por fin   la  música
tenue
distante
sincopada
 de las póstumas notas de tu aliento.


CENIZAS

Imagen Karina Marandjian tomado del blog Musas y Creadoras

Cuando todo es torrente
de transparencia mutable
 de brillantez efímera
te quiero detener

Te quiero encerrar
 en  mis manos
cuando sé
que  todo es   fuego
que  jamás se repite

El aire sobre la hoja
todavía no me enseña
que nada permanece

te quiero en mi tierra
en la tierra
nuestra tierra
como árbol dormido

No me gustan tus alas
ni el aire que las mece

No me gustan  tus huellas
ni  la tierra que abandonan

No me gusta la estela
 de  tu barco en el agua,  

ni  los  rastros  que  dejan
 las cenizas  de tu fuego
               en mi entraña.


SE CERRO EL CIRCULO DE MANERA PERFECTA




quedaron atrás los fragmentos del tiempo
           
                         los zigzags de la memoria
                      
                                     el pasado-futuro

   No faltó nada
     todo fue posible
     todo fue dicho
     todo escuchado



Pincelada-letra
Frase-color
Matiz-sentimiento

Las palabras
                                               burbuja
                                                              aire
                                                                        bruma
                                                                                      brisa

Llenaron el espacio
                           
                             transitaron en nosotros
                                                           
                                                                 regresaron al origen

FRIDA KHALO Y LA CASA AZUL


La obra de Frida Khalo está profundamente relacionada con la casa de su infancia  que después compartió con Diego Rivera, Su universo creativo se encuentra en la Casa Azul donde nació y murió.



Ubicada en la calle de Londres 247, en Coyoacán,  Ciudad de México se convirtió en museo en 1958. Cuatro años después de haber muerto la pintora.

 La Casa Azul Museo Frida Khalo es el espacio donde se  manifiesta  el espíritu de la artista latinoamericana más reconocida a nivel mundial. Allí se encuentran algunas de sus obras más importantes como "Viva la Vida" (1954) " Frida y la cesárea"(1931), "Retrato de padre Wilheim Khalo" (1952)


 "Cada objeto de la casa azul dice algo de la pintora: las muletas, los corsés y las medicinas son testimonios del sufrimiento de sus multiplés operaciones a las que fue sometida. Los exvotos, juguetes, vestidos y joyas hablan de una Frida coleccionista"




La Casa Azul cuando fue habitada por Frida y Diego se convirtió en punto de encuentro de grandes intelectuales y artistas de la época como André Breton, Tina Modotti, Edward Weston, León Trotsky, Juan O Gorman y muchos otros. En ese entonces Frida y Diego empezaron a coleccionar figuras de arte popular y arte prehispánico que todavía se pueden admirar en los jardínes. 



Así describió la casa en 1955 Carlos Pellicer
"Pintada de azul por fuera y por dentro, parece alojar un poco de cielo. es la casa típica de la tranquilidad pueblerina donde la buena mesa y el buen sueño le dan a uno la energía suficiente para vivir sin mayores sobresaltos y pacíficamente morir…”




En la Casa Azul también vivió Diego Rivera por largas temporadas. El muralista acabó por comprar la casa, al pagar las hipotecas y deudas que Guillermo Kahlo había contraído. Este último había sido un fotógrafo relevante durante el Porfiriato, venido a menos después de la Revolución.  Además, los múltiples gastos médicos generados por Frida después del accidente endeudaron a la familia.



La casona, que data de 1904, no era un lugar de grandes dimensiones.  Hoy tiene una construcción de 800 m2 y un terreno de 1200 m2. De acuerdo con la historiadora Beatriz Scharrer, el padre de Frida, Guillermo Kahlo -húngaro-alemán de nacimiento- construyó la casa a usanza de la época: un patio central con los cuartos rodeándolo, el exterior era totalmente afrancesado. Fueron Diego y Frida quienes, más tarde, le dieron un estilo muy particular y, al mismo tiempo, le imprimieron -con colores y decoración popular- su admiración por los pueblos de México.



Diego Rivera formó un fideicomiso adscrito al Banco de México y nombró un comité técnico integrado por familiares y amigos para vigilar el destino de los dos museos: el Anahuacalli y la Casa Azul. Diego murió tres años después que Frida, pero antes nombró directora y presidenta vitalicia de ambos lugares a su mecenas y amiga, Dolores Olmedo. Lola se hizo cargo de terminar la construcción del Anahuacalli -que se encontraba en una primera etapa- y de mantener éste y la Casa Azul abiertos al público. Con más entusiasmo en el primer caso que en el segundo -pues Lola nunca profesó cariño por Frida- Olmedo mantuvo los espacios funcionando con sus propios recursos y con un gran esfuerzo vital, pues el gobierno poco le ayudaba.



Antes de morir, Diego le pidió a Lola que, por un lapso de 15 años, no se abriera el baño de la que fuera la recámara del muralista en la Casa Azul.  Pasó el tiempo y, mientras vivió, Lola respetó la voluntad de su amigo. Dejó cerrado no sólo ese espacio, sino también el baño de la recámara de Frida, una pequeña bodega, baúles, roperos y cajones. Diego había dejado un inventario breve de las cosas que guardó en su baño, pero, hasta hace poco, no se sabía lo que se encontraba en el resto de los lugares.



Durante casi tres años un grupo de especialistas de ADABI ordenaron, clasificaron y digitalizaron el acervo recién abierto: 22 mil documentos, 6500 fotografías, 3874 revistas y publicaciones, 2170 libros, decenas de dibujos, objetos personales, vestidos, corsés, medicinas, juguetes... Dar a conocer estos archivos a la luz pública coincidió precisamente con el centenario del nacimiento de Frida Kahlo y el 50 aniversario luctuoso de Diego Rivera.




Los archivos y objetos descubiertos resultaron ser realmente interesantes, pues dan pistas para enriquecer la historia en torno a ambos artistas. Algunos expertos que han visitado la exposición comentan, sorprendidos, que la historia debía reescribirse, pues muchas de sus suposiciones tenían otro sentido.

Estos documentos y dibujos dan muchas y apasionantes claves sobre la obra de la pintora. Así por ejemplo, encontramos ilustraciones sobre la matriz y el desarrollo del feto humano, así como dibujos sobre este tema, que –más tarde se vio- corresponden al marco de madera de su díptico Naturaleza muerta.



En el fondo de un ropero, atrás de algunos libros, encontramos una libreta llena de dibujos. En ella apareció uno pequeño, pero importante: Las apariencias engañan.  En ese lugar también permanecían guardados varios borradores del texto que Frida escribiera sobre Diego -“Retrato de Diego Rivera”- para el homenaje del muralista en el Palacio de Bellas Artes. Se había dudado de la autoría de ese texto e incluso se le adjudicó a Alfonso Reyes, pero, gracias a este nuevo archivo, ahora tenemos la certeza de que salió de manos de Frida.


 Foto de Spencer Tunick en la Casa Azul

Textos de la página WEB del museo Frida Khalo la Casa Azul

ARTEMISIA GENTILESCHI



Tocaste mi alma
y ya no fui la misma

No sé como
            me vi envuelta
dominada

Luz
Transparencia
Textura

Mujer Artista         Mujer Violada
Amada,  repudiada , enaltecida

Scorzo
Perspectiva
Desnudo

Llenaron  palacios con mi obra
Personajes ilustres fueron mis amigos

Arte del  color
          todo me diste
Arte de la forma
        todo me quitaste


VIAJE


En el oleaje de tu ojos;
hallé mares profundos
océanos melancólicos

en la amazonia de tus labios
cascadas de emoción
arroyos fantásticos


tu pecho me mostró
litorales exquisitos
ríos encantados


 la geografía perfecta
de tu cuerpo
me descubrió
            
                la infinitud del cielo.

HYPNOS

Ser fantástico

Me visitas

Juntos recorremos

continentes alados ,

océanos ingrávidos,

donde tiempo y espacio

desaparecen


Universos poblados

por seres no imaginados


Contigo exploro;

Tierras ignotas,

arquitecturas inenarrables,

Hijo de la noche y del sueño

Me visitas

ESPERA


Intuyo el mágico instante en el que enciendes mi alma

GUANAJUATO

Ríos de metal

serpentean

en paredes ígneas


Susurros olvidados

resuenan

en cascada


Melodías espectrales

estallan

en oscuros socavones.

TRANSMUTACION


Marc Chagal 1954

Hace tiempo;

el timbre profundo de tu voz,

resonó en las cúpulas doradas de mi cuerpo

y

la sabiduría de tu piel

desplegó ventanas al infinito

donde todavía me asomo.


Por eso sé,

que dormitando en los ríos azules de tus brazos

mis caprichos

se transmutarán en tus deseos.


CARACOLA MARINA


Flor oceánica, testigo mudo de batallas corsarias,

del mensaje indescifrable que la botella arrojada al mar guardaba.


Espectadora del juego de vida y muerte

escenificado por habitantes de oscuras simas,

seres insospechados de formas infinitas.


Bajel que la naturaleza forjó en su oleaje perpetuo,

en su continuo devenir,

troquelando los vértices de tu cuerpo,

los rincones que guardan los secretos milenarios

que se revelan en el espacio doméstico

de mi oído…

TRES MALETAS

Pintura de Sandra Robles Montijo

Cuando lo conocí me llamó la atención su carácter a la vez que era muy serio, decía cosas que me gustaban y me hacían reír. Por eso me casé con él y también porque tenía un buen negocio, una refaccionaria. Nunca me ha gustado vivir en la pobreza, en casa de mis papás a veces no nos alcanzaba ni para comer, tampoco pude estudiar, solo hice la primaria, con muchas dificultades. Aun así conseguí colocarme de dependienta en algunas zapaterías porque dicen que estoy de buen ver.

Trabajé en la colonia Juárez en un local junto a la refaccionaria de Juan. Ahí nos hicimos novios, como el también viene de una familia humilde no le importó andar conmigo, aunque ya en ese tiempo tenía su buen dinero.

Después de un año nos casamos, trabaje con él y me di cuenta que tengo facilidad para los negocios, en un rato me hice cargo de muchas cosas. Juan me tenía confianza por lo que nuestras cuentas siempre estuvieron mancomunadas.

Al principio se portaba muy bien conmigo, me sacaba a pasear y nos divertíamos mucho. Pero después ya no. Era muy celoso y me acusaba de andar con otros aunque no era cierto. Lo de José Luis fue después.

Pasado el tiempo me empezó a golpear. Me daba miedo cuando anochecía y no llegaba, tomado se envalentonaba y a mi me iba mal. Con el tiempo mi situación se hizo insoportable, Juan se volvió más violento, de cualquier cosa se irritaba, me gritaba y humillaba delante los empleados, una vez me quiso golpear cuando estábamos con José Luis, pero él lo detuvo. Lo peor fue cuando me dislocó un hombro y me tuvieron que hospitalizar. Después de las golpizas me daba mucho sentimiento y coraje y no podía descargarlo con nadie, por eso lo odié. Pensé que la vida sería mejor sin él.

Hace como tres meses conocí a José Luis, llegó a la casa con Juan. Desde un principio me di cuenta que yo le gustaba, recorría mi cuerpo con la mirada y la voz se le hacía distinta cuando hablaba conmigo. Con cualquier pretexto nos visitaba. Después empezó a llegar cuando no estaba mi esposo. Es muy guapo y por eso le correspondí, aunque me daba terror que Juan se diera cuenta.

Al principio solo era una idea, después se hizo más clara, yo no quería renunciar a mi vida, me encontraba a gusto con el negocio, con las comodidades que tenía y también por que no decirlo, con el cariño y las atenciones de José Luis. Al único que no soportaba era a Juan, le tenía miedo y mucho resentimiento. Ese pensamiento se me fue metiendo en la cabeza, imaginé muchas formas de hacerlo.

Lo comenté con José Luis y en ese momento no estuvo de acuerdo conmigo, pero cuando le conté lo que me pasaba me dio la razón y empezamos a planearlo. Pensamos que sería más fácil si lo llevábamos lejos de la ciudad y buscar algún pretexto para emborracharlo. Se nos ocurrió hacerlo en una cabaña propiedad de José Luis.

Las cosas no fueron tan fáciles, Juan se puso violento y nos costó mucho trabajo dominarlo, aunque estaba muy borracho y mareado, pues le pusimos unas pastillas en su bebida. José Luis por fin lo detuvo y le dio varios golpes. Cuando le pegó en la cabeza con un marro, tal como habíamos ideado, un gran chorro de sangre le empezó a salir y fue cayendo poco a poco, lo que más llamó mi atención es que empezó a temblar con todo el cuerpo como si tuviera un ataque de epilepsia y luego se quedó completamente quieto, fue cuando supimos que todo había acabado. En ese momento no me dio nada de lástima, al contrario sentí que quedaba en paz. ¡Todo lo que me había hecho estaba pagado!

El piso de la cabaña se lleno de sangre y lo tuvimos que limpiar, José Luis se puso muy nervioso y me preguntó que como nos íbamos a deshacer del cadáver. Yo le dije que me tenía que ir al negocio para que no sospecharan y que hiciera lo que creyera conveniente.

Estando en la refaccionaria me habló por teléfono, pidió que comprara unas maletas y pasara por él a la cabaña. Así lo hice, le pregunté que donde tenía a Juan, me señalo el baño, cuando fui allá, en la tina alcance a ver una masa sanguinolenta, un revoltijo de músculos y huesos entre los que pude reconocer los brazos y los pies de Juan. En el extremo opuesto su cabeza. Ante tal horror ¡¡creí que me miraba!! José Luis había descuartizado a Juan. Entonces si sentí miedo y remordimiento.

Con todo dándome vueltas y el estómago revuelto le pregunté a José Luis que íbamos a hacer, me dijo que metiéramos el cadáver en las maletas y que lo revolviéramos con alguna ropa para tirarlo en un baldío…así lo hicimos. Estábamos muy nerviosos y fuimos a las afueras de la ciudad, vimos un terreno alambrado y ahí las dejamos. Parecía que no había nadie pero ya cuando nos alejamos alcance a ver por el espejo a una persona que se nos observaba…sentí que se me enchinaba la piel de miedo.

Ahora sólo nos queda justificar con los empleados, la ausencia de Juan pues el no tiene ningún familiar que lo extrañe ni lo vaya a buscar.

HABLANDO DE GRAFFITI Y PINTURA MURAL



León, Guanajuato la ciudad donde vivo, quinta en el país tiene como principal fuente de ingresos la manufactura del zapato y el tratamiento de la piel. Cuentan que en algún tiempo sus espacios urbanos estaban llenos de árboles y zonas donde abundaban presas y pequeños lagos.

El desarrollo industrial arrasó con esas áreas convirtiéndose una ciudad gris y carente de estética. Hace unos años un mural pintado por uno de los artistas más reconocidos de la ciudad fue borrado por que el alcalde consideró que la pared estaba sucia y mandó pintar encima. Durante mucho tiempo lo único que le daba color a la ciudad eran los graffitis que los chavos banda pintaban asiduamente.

Sin embargo el año pasado, gracias a una magnifica idea del Instituto de la Cultura de la ciudad, algunos graffiteros, los más talentosos, fueron convocados con motivo del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución para decorar los muros de principal vía rápida de la ciudad. También se pintaron las paredes de uno los panteones con temas alusivos a la muerte y muchos espacios antes grises de pronto adquirieron color en una especie de fiebre,  pues aún en casas particulares se pueden observar  escenas de la revolución o de la independencia pintadas sobre sus muros.

De esta manera se logró conjuntar la inquietud de los chavos de dejar su huella y el nacimiento en la ciudad de un arte que en grandes urbes como Berlín y Sao Paulo se ha desarrollado grandemente.

Espero que éste impulso no se detenga y que los artistas que hay muchos entre los graffiteros sigan expresándonse de esa manera, tal vez no solo con temas dictados por autoridades, sino con aquellos que salgan de su propia inspiración que sean reflejo de su realidad e inquietudes, lo cual enriquecería en gran medida el horizonte estético de esta ciudad y nos pondría en contacto a los que aquí vivimos con la visión de una juventud que en muchos sentidos ha sido olvidada en nuestro país. ( México)

FRIDA KAHLO: AMOR DE PINTORES


Frida Khalo: Diego y Yo (1949)

"Mi Diego:



"Espejo de la noche. Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Todo tú en el espacio lleno de sonidos. En la sombra y en la luz. Tú te llamarás AUXOCROMO el que capta el color. Yo CROMOFORO - La que da el color. Tú eres todas las combinaciones de números. La vida. Mi deseo es entender la línea la forma el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz".

Leonora Carrington "La Debutante"

Icono 1988

Leonora Carrington pintora, escultora y escritora, he aquí uno de sus cuentos donde muestra también su vena surrealista.

La debutante


En la época que fui debutante, solía ir a menudo al parque zoológico. Iba tan a menudo que conocía más a los animales que a las chicas de mi edad. Era porque quería huir del mundo, por lo que me hallaba a diario en el zoológico. El animal que mejor llegué a conocer fue una hiena joven. Ella me conocía a mí también. Era muy inteligente. Le enseñé a hablar francés y a cambio ella me enseñó su lenguaje. Así pasamos muchas horas agradables. Mi madre había organizado un baile en mi honor para el primero de mayo. ¡Lo qué sufrí durante noches enteras! Siempre he aborrecido los bailes; sobre todo los que se daban en mi honor. La mañana del uno de mayo de 1934, fui muy temprano a visitar a la hiena. -¡Qué asco! -le dije-. Esta noche me toca asistir a mi baile. -Tienes suerte -dijo ella-; a mí me encantaría ir. No sé bailar, pero en cambio sabría mantener una conversación. -Habrá muchas cosas de comer -dije-. He visto llegar a casa carros repletos de comida. -Y aún te quejas -replicó la hiena con desaliento-. Mírame a mí: yo sólo como una vez al día, y me tienen jeringada con tanta bazofia. Se me ocurrió una idea audaz; estuve a punto de echarme a reír. -No tienes más que ir en mi lugar. -No nos parecemos lo bastante; si no, con gusto iría -dijo la hiena un poco triste. --Escucha -dije-, con las luces de la noche no se ve muy bien. Con que te disfraces un poco, nadie se fijará en ti en medio de la multitud. Además, tenemos casi la misma estatura. Eres mi única amiga; anda, hazlo por mí. Por favor. Se puso a pensar en esta posibilidad. Comprendí que estaba deseosa de aceptar. -De acuerdo -dijo de repente. No había muchos guardianes cerca, dado lo temprano de la hora. Abrí rápidamente la jaula, y en un instante estuvimos en la calle. Llamé un taxi. En casa, todo el mundo estaba aún en la cama. Una vez en mi cuarto, saqué el vestido que debía ponerme por la noche. Era un poco largo, y la hiena andaba con dificultad con mis zapatos de tacón alto. Encontré unos guantes con que ocultarle las manos, demasiado peludas para parecerse a las mías. Cuando el sol iluminó mi habitación, la hiena dio varias vueltas alrededor, andando más o menos derecha. Estábamos tan ocupadas que mi madre, que entró a darme los buenos días, estuvo a punto de abrir la puerta antes de que la hiena se escondiera debajo de la cama. -Esta habitación huele mal -dijo mi madre, abriendo la ventana-; antes de esta noche date un baño con mis nuevas sales. -Por supuesto -le dije. No se entretuvo mucho. Creo que el olor era demasiado fuerte para ella. -No te retrases para el desayuno -dijo al irse. Lo más difícil fue encontrar un disfraz para la cara de la hiena. Estuvimos buscando horas y horas: rechazaba todas mis sugerencias. Por fin dijo: -Creo que he encontrado la solución. ¿Tenéis criada? -Sí -dije, perpleja. -Pues verás: vas a llamar a la criada; cuanto entre, nos lanzamos sobre ella y le arrancamos la cara; llevaré su cara esta noche en lugar de la mía. -No lo veo muy práctico -dije yo-. Probablemente se morirá en cuanto pierda la cara: alguien encontrará su cadáver, y nos meterán en la cárcel. -Tengo la suficiente hambre como para comérmela -replicó la hiena. -¿Y los huesos? -También -dijo-. ¿Te parece bien? -Sólo si me prometes matarla antes de arrancarle la cara. Si no, le va a doler demasiado. -Bueno, eso me da igual. Llamé a Marie, la criada, no sin cierto nerviosismo. Desde luego, no lo habría hecho si no odiara tanto los bailes. Cuando entró Marie, me volví de cara a la pared para no verlo. Debo reconocer que no tardó nada. Un breve grito, y se acabó. Mientras la hiena comía, estuve mirando por la ventana. Unos minutos después, dijo. -Ya no puedo más; aún me quedan los pies, pero si tienes una bolsa, me los comeré más tarde, a lo largo del día. -En el armario encontrarás una bolsa bordada con flores de lis. Saca los pañuelos que tiene y quédatela. Hizo lo que le había indicado. A continuación, dijo: -Date la vuelta ahora y mira qué guapa estoy. Delante del espejo, la hiena se admiraba con el rostro de Marie. Se lo había comido todo cuidadosamente hasta el borde de la cara, de forma que quedaba justo lo que le hacía falta. -Es verdad -dije-; lo has hecho muy bien. Hacia el atardecer, cuando la hiena estuvo completamente vestida, declaró: -Me siento en plena forma. Me da la impresión de que voy a tener un gran éxito esta noche. Después de oír un rato la música de abajo, le dije: -Ve ahora, y recuerda que no debes ponerte junto a mi madre: seguramente se daría cuenta de que no soy yo. Aparte de ella, no conozco a nadie. Buena suerte -le di un beso para despedirla, aunque exhalaba un olor muy fuerte. Se había hecho de noche. Cansada por las emociones del día, cogí un libro y me senté junto a la ventana, entregándome a al paz y el descanso. Recuerdo que estaba leyendo Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Al cabo de una hora, quizá, surgió el primer signo de inquietud. Un murciélago entró por la ventana profiriendo grititos. Los murciélagos me dan un miedo espantoso. Me escondí detrás de una silla, castañeteándome los dientes. Apenas me había arrodillado, cuando un gran ruido procedente de la puerta sofocó el batir de alas. Entró mi madre, pálida de furia. -Acabábamos de sentarnos a la mesa -dijo-, cuando el ser ese que ha ocupado tu sitio se ha levantado gritando: "Con que mi olor es un poco fuerte, ¿eh? Pues no como pasteles." A continuación se ha arrancado la cara y se la ha comido. Después ha dado un gran salto y ha desaparecido por la ventana.











¿Musas o Creadoras?

















Siempre se ha enaltecido el papel de la mujer como fuente de inspiración para los artistas ¿ Y su papel como creadora?


El estereotipo que ha subsistido a lo largo de los siglos, todavía vigente en muchos aspectos, es la mujer pasiva, en espera: hermosa, exquisita, delicada. El rol social que se nos ha asignado es ser poseedoras de belleza, más no generadoras de ella. Es decir podemos ser iconos, musas, modelos, más no artistas.


Pocas han sido las mujeres reconocidas por su participación en el arte, algunas de ellas como es bien sabido han tenido que utilizar seudónimos masculinos para ver publicadas sus obras, otras son conocidas más por su vida trágica o llena de escándalos que por su labor artística a pesar de ser magnificas pintoras, escritoras,etc.


Tal vez por qué es más facíl desde el imaginario social concebir a una mujer como presa pasiones y debilidades que como ser pensante y creador situado por encima de su devenir cotidiano.


Actualmente con la participación social más intensa de las mujeres se ha modificado en cierto sentido esta imagen. Sin embargo todavía no se superan por completo los prejuicios que le otorgan un mayor valor a las obras creadas por hombres. Parece que el papel de la mujer como ente activo en el quehacer cultural todavía no está por completo interiorizado en la mente de la sociedad.


De no ser así ¿Por qué conocemos mejor la obra de Andrea Mategna que la de Artemisia Gentileschi ? ¿ La de Manet que la de Berthe Morissot ? ¿ La de Picasso que la de Natalia Goncharova ? refiriéndonos solo a la pintura...


Pintura de Artemisia Gentileshi "Danae"

NYC




Lo encontramos en una calle de Nueva York ¡Largos años sin vernos! Lucía avejentado, el tiempo y alguno que otro vicio…habían hecho sus estragos. Fue un gusto verlo aunque se decían muchas cosas de él, con nosotros siempre fue un gran amigo.



Nos dijo que nos quería enseñar algo, que nos iba a gustar y nos guió hacia el subway, era cerca de medianoche. Me arrepentí de haberlo seguido; el ambiente era lóbrego, en los andenes, vagabundos y pordioseros dormían tirados en el piso, trasnochadores y algunos adictos nos veían con su mirada perdida en los vagones casi vacios.


Nos bajamos en el Bronx. En la calle desierta, se escuchaba el sonido de nuestras pisadas. Edificios que en algún tiempo fueron de departamentos expulsaban grupos de jóvenes con trajes estrafalarios y actitud desafiante. El humo que salía de las alcantarillas enrarecía el aire.


El peligro se podía olfatear, agazapado en los callejones o en los lúgubres sótanos de las casas del barrio. Sentía que alguien nos acechaba. A pesar del frío, el sudor me corría por el cuerpo y el corazón se me aceleraba. Mi pareja y yo nos mirábamos amedrentados.


Inesperadamente oímos fuertes pasos atrás de nosotros, eran varios sujetos, no pude voltear, el miedo me atenazaba los músculos. Estaban cada vez más cerca, el encuentro era inminente, espere lo peor. ¿Cómo pudimos seguir a nuestro amigo hasta aquí? ¿Dejarnos llevar por alguien que ya casi era un desconocido? Traté de tranquilizarme, pero no lo logré, todo lo contrario, observé que mi amigo no se veía preocupado, parecía estar en su medio ambiente.


Estábamos en sus manos ¡Esta parte de la ciudad no la conocíamos! ¡Que inocentes! ¡Cómo pudimos caer! La inquietud se apoderó todavía más de mí. En eso, nuestro supuesto amigo exclamó “Ya llegamos” y señaló una casa iluminada, parecía que todos se dirigían hacia allá. Conforme nos acercamos mi temor aumentó…


Después ¡lo comprendí todo! Acordes sincopados se dejaban escuchar hasta la calle. Adentro, un espacio lleno de parroquianos bebiendo, escuchando a un cuarteto de jazz que improvisaba y músicos de todas las edades intercambiando comentarios acerca de sus últimas grabaciones… ¡Vaya sorpresa!